Héroes entre nosotros
Paola Magallón Servín
Investigadora en CIBNOR
Paola Magallón Servín, es una Investigadora por México comisionada en el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR) desde el 2016. Su principal interés es lograr incidir en el sector productivo y agroalimentario. Durante muchos años se dedicó a la vinculación con empresas del ramo agrícola y acuícola. Sin embargo, lo que la mueve y lo que la inspira es incidir en la ecoeficiencia de los sistemas productivos para alcanzar la seguridad alimentaria de los niños que están en condiciones de vulnerabilidad alimentaria en zonas urbanas y periurbanas.
En el 2019 sometió 5 proyectos durante la pandemia (convocatorias nacionales e internacionales), enfocados a la transferencia social del conocimiento de sistemas agroacuícolas (acuaponia, integración, sistemas hidropónicos) a grupos de base comunitaria que buscaban alcanzar la seguridad alimentaria, sin éxito. Así que en el 2020 sometió una propuesta a PRONACEs del CONAHCyT y esta fue aprobada, desde entonces este ha sido su proyecto principal: “Sistema agro-acuícola integrado sostenible e incluyente para comedores comunitarios en zonas urbanas y peri-urbanas: Un nuevo modelo para lograr la soberanía alimentaria en México”.
El origen de Paola es particular, viene de una familia sencilla de abuelos campesinos (migrantes de Estados Unidos) y panaderos, pero de padres científicos muy comprometidos a atender el hambre y los problemas que enfrentan las familias que abandonan el campo para ir a las ciudades o cruzar al norte para trabajar. Nació en el Distrito Federal, pero creció en Baja California Sur, donde desde los 6 años tuvo su primera experiencia de hacerse cargo de un gallinero, una huerta y el cultivo de champiñones en el patio de su casa. Tuvo el gran privilegio de crecer entre los pasillos de un centro de investigaciones y lo que más disfrutaba era pernoctar toda la noche a un lado de su padre, produciendo nauplios, alimentando camarones y en el cuarto frío de las microalgas. A los 11 años ya tenía una mini granja de camarones en su casa, pollos, huerto, centro de composta, una iguana, 4 perros, conejos, gansos y codornices. Juró que jamás sería investigadora como sus padres, ella quería ser abogada. Pero en ese momento ya era una científica. Así que persiguió su identidad y estudió bastante para poder hacer una transición de la mera generación de conocimiento a integrar el conocimiento para poner sus esfuerzos en resolver problemas reales tanto en la industria como en la sociedad usando biotecnologías sustentables.
En el 2019 conoció a Francisco Gonzáles Jacquez, un gran ser humano dedicado a mejorar el acceso de los alimentos a diferentes comunidades en condiciones de inseguridad alimentaria. Así que en colaboración con él sometió varias propuestas a diferentes plataformas, sin éxito, dedicó todo su tiempo durante el COVID a producir en dos invernaderos tanto peces como hortalizas con financiamiento de su padre y ella para donar todos esos alimentos a las personas que estaban enfrentando la dificultad de encontrar alimentos sanos.
Figura 1. Sra Patricia Rivapalacio y Delmar participando en los comedores comunicatorios con los productos generados en CIBNOR.
Ese proceso le dió la confianza de que el sistema estaba listo para ser transferido, pero había un gran problema, los sistemas acuícolas son costosos y la capacitación es reducida. Así que, en vez de transferir un gran sistema, tuvo que trabajar en colaboración con su equipo de trabajo para hacer el sistema modular y adaptable a cualquier espacio urbano y peri-urbano. Validó esta tecnología de manera experimental y solicitó al fondo PRONACEs el apoyo para contribuir con la generación de alimentos para el autoabasto de grupos de colaboración alimentaria, ella y su grupo tuvieron éxito. Sin embargo, había otro gran problema, identificar qué grupo de la población sería el más idóneo para recibir esta tecnología. Entonces tuvo la gran fortuna de conocer a Patricia Riva Palacio y Delmar, una líder comunitaria que tenía un comedor de más de 76 niños en El Caribe Bajo en Cabo San Lucas, la Sra. Paty le mostró su increíble labor y altruismo para rescatar la niñez de Cabo. Entonces formó un grupo de trabajo con Celene, Yaneth, Kris, Abi, Yadi, Memo y Francisco para adaptar los sistemas a los centros comunitarios que trabajan con niños y que necesitan alcanzar una seguridad alimentaria, una educación adecuada y una salud tanto física como emocional para cualquier niño independientemente de la situación que vive en casa.
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Figura 2. A)Equipo de Trabajo: Yaneth Márquez, Abigail Enríquez, Yadira Salazar, Kristoff Vergbugrt, Celene Navarro Hurtado. B-E)Productos generados en CIBNOR.
Es así como inició esta gran y dura aventura de transferir socialmente un sistema productivo de peces y hortalizas seleccionadas por su alto valor nutracéutico y nutricional para mejorar la densidad de nutrientes que los niños consumen. Para eso se tuvo que generar una nueva ingeniería acuícola y reducir los costos al 300% de lo que cuestan generalmente en la industria. Paralelamente, se encuentra trabajando en pasar de una hidroponia acoplada al sistema acuícola (híbrida), que usa fertilizantes químicos complementarios a la generación de biofertilizantes, la producción de hongos, de huevo y de otras hortalizas que no se desarrollan en hidroponia, evitando el uso de insecticidas, hormonas, transgénicos y herbicidas a través del manejo microbiano de los sistemas. Es así como nació la idea de que es totalmente posible generar oasis alimentarios en zonas desérticas (una realidad cada vez mas presente debido al cambio climático global), con escasez de agua, altos costos en la electricidad, importación de alimentos, una alta densidad de pantanos alimentarios (tienditas de conveniencia) entre otros retos. Sin embargo, Paola sigue siendo esa niña curiosa, sensible e intrépida que junto con su equipo lucha cada día para lograr una mejor accesibilidad de nuevas tecnologías agroalimentarias a cualquier persona que requiera alimento de calidad.
Especial agradecimiento al Dr. Magallón, al M.C. Guillermo Portillo y al Biol. Jesús Peiro por donar su tiempo en la Construcción de invernaderos y manejo de los peces