Tesoros de diversidad biológica y productividad: Los Manglares
Dra. Norma Y. Hernández Saavedra
nhernan04@cibnor.mx
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C., Av. Instituto Politécnico Nacional 195, Col. Playa Palo de Sta. Rita Sur, La Paz, 23090, B.C.S., México.
Tema:
Reseña la importancia biológica, ecológica y económica de los ecosistemas de manglar en México, particularmente en el estado de B.C.S.
1. Definición
El manglar es un conjunto de ecosistemas característicos de una zona que se define por su vegetación y por las especies animales que predominan. Los manglares son el resultado de la expresión de las condiciones ecológicas del lugar, en el plano regional o continental, por lo que el clima y el suelo determinan las condiciones ecológicas a las que responden las comunidades de plantas y animales que ahí habitan.
Los manglares representan ecosistemas muy dinámicos y frágiles, pero son los hábitats más productivos y biológicamente diversos de formas de vida, incluidas plantas, animales y microorganismos. Estos ecosistemas proporcionan una gama única y valiosa de recursos y servicios biotecnológicos (Kumar et al., 2020).
Como se verá más adelante, los humedales de manglares son ecosistemas de múltiples usos que brindan beneficios protectores, productivos y económicos a las comunidades costeras; son capaces de crecer en condiciones ambientales hostiles y son bioquímicamente únicos. Debido a ello, en estos ecosistemas se producen una amplia gama de productos naturales con bioactividades únicas, materia prima para su uso biotecnológico. Estos productos naturales poseen metabolitos activos con fitoquímicos novedosos pertenecientes a diversas clases químicas como alcaloides, fenoles, esteroides, terpenoides, taninos y similares, péptidos bioactivos, enzimas, pigmentos, estrategias de depuración de compuestos tóxicos y sistemas de reciclamiento de materia orgánica, por mencionar algunos.
Los manglares, como biomas (conjuntos de ecosistemas), están formados por árboles muy tolerantes a las sales (conocidos comúnmente como árboles de mangle), que se ubican en la zona intermareal, cercana a la desembocadura de cursos de agua dulce, en latitudes tropicales y subtropicales.
Los manglares se caracterizan por ser una formación vegetal leñosa, densa, arbórea o arbustiva de 1 a 3 metros de altura, compuesta de una o varias especies de mangle y con poca presencia de especies herbáceas y enredaderas (CONABIO, 2021; Fig. 1).
Figura 1. Paisaje de manglar, La Paz, B.C.S. Ensenada de Aripez. Foto: Autor (2023).
2. El árbol de mangle
El mangle (en guaraní “árbol retorcido”) es la especie arbórea predominante en los manglares. Son árboles muy resistentes que crecen bien en terrenos fangosos, arenosos, de turba, en condiciones muy salobres (con agua hasta 100 veces más salada que el agua de mar). Parte de la enorme resistencia de los mangles, se debe a que estos árboles cuentan con una gran cantidad de adaptaciones, como ejemplo: la existencia de un sistema de filtración que mantiene fuera de la planta gran cantidad de sal (Fig. 2A-B), un sistema radicular (raíces) que consigue mantener erguido el manglar a pesar de la inestabilidad de los suelos (sedimentos) sobre los que se asientan, y sistemas que ayudan a sus raíces a aprovechar el oxígeno existente en la superficie (la cantidad de oxígeno en el ecosistema es limitada). Los frutos de estos árboles, conocidos como propágulos (Fig. 2C), tienen forma de lanza, lo que les permite enterrarse en el sustrato cuando caen en él o flotar largos periodos y distancias, hasta encontrar terrenos favorables para su asentamiento (Sánchez, 2019).
Figura 2. El Mangle prieto (Avicennia germinans), incorpora la sal disuelta a través de las raíces y elimina el exceso a través de unas glándulas situadas en sus hojas. A) Mangle negro; B) Detalle de hojas con cristales de sal exudada; C) Detalle de frutos o propágulos de mangle prieto fijados en el sustrato. A y B, Tomado de Berea (2023); C, Foto: Autor (2023).
La inestabilidad de los suelos del manglar de debe al complejo sistema de corrientes que se produce por la dinámica de mareas, además de las escorrentías ocasionales provocadas por las lluvias y ciclones.
3. Distribución en el mundo
La mayor cantidad de manglares se encuentran distribuidos en el continente americano, pero también se encuentran algunos en África, Asia u Oceanía (Tabla I, Fig. 3) (Rodríguez-Zúñiga et al., 2016; Sánchez, 2019).
Tabla I. Países con mayor superficie de manglar a nivel mundial. Tomado de Velázquez-Salazar et al. (2021).
Figura 3. Representación grafica de los países en los que se encuentra distribuido el manglar y el número de especies presentes en ellos. Tomado de Rodríguez-Zúñiga et al. (2016).
3.1. Distribución en México
En México los ecosistemas de manglar, que representan el 6.7% del total de manglares en el mundo (Tabla I, Fig. 4; Velázquez-Salazar, 2021), son afectados principalmente por la tala como consecuencia de actividades agrícolas, ganaderas, acuícolas y turísticas (CONABIO, 2021; Simard, 2019).
Figura 4. Distribución de manglares en la Republica Mexicana. Tomado de Velázquez-Salazar (2021).
En México existen 7 especies de mangle, pero 4 de ellas son las predominantes (A-D) (CONABIO, 2021; Fig. 5):
A) Rhizophora mangle (mangle rojo o colorado),
B) Laguncularia racemosa (mangle blanco),
C) Avicennia germinans (mangle prieto),
D) Conocarpus erectus (mangle botoncillo)
E) Rhizophora harrisoni (mangle caballero en Chiapas y Tabasco),
F) Avicennia bicolor (Chiapas) y
G) Conocarpus erectus var. sericeus (mangle botoncillo peninsular, en Campeche, Quintana Roo y Yucatán)
Figura 5. Principales especies de mangle presentes en la República Mexicana (CONABIO, 2021).
3.1.1 Distribución en B.C.S.
En la Figura 6 se muestra la distribución de los ecosistemas de manglar en B.C.S. (véase también la Fig. 4), indicándose que las especies predominantes son el mangle rojo, el negro, el prieto y el botoncillo. En esta Figura también es posible observar que los sitios de distribución del manglar están asociadas a regiones de alta productividad pesquera y/o acuícola (Casas y Ponce, 1999). En la Pacifico Norte (de N a S), se pueden mencionar La Bocana, Laguna San Ignacio, Boca de San Gregorio, Bahía Santa María, Bahía Magdalena y Bahía Almejas. En el sur, La Bahía de San Lucas, y en el Golfo de California (N a S), Mulegé y Bahía Concepción, el corredor de Isla del Carmen a Isla San José, y la Bahía de La Paz.
Figura 6. Distribución de las especies de mangle en B.C.S. Rojo, R. mangle (mangle rojo); verde, L. racemosa (mangle blanco), azul; A. germinans (mangle prieto); negro, C. erecta. Basado en Gonzáles Zamorano et al. (2011).
4. Importancia
4.1 Importancia biológica
Los manglares desempeñan un papel fundamental en la conservación de diversas especies vegetales y animales (muchas catalogadas como bajo amenaza y/o en peligro de extinción) y ayudan a frenar el desgaste o erosión de los suelos, fijándolos y evitando que se acumulen sedimentos en las playas. Los manglares son ecosistemas increíblemente dinámicos, en los que la temperatura, la salinidad, la turbidez, la profundidad y el caudal cambian diariamente en respuesta al ciclo de mareas. Este dinamismo hace que los manglares sean hábitats muy productivos y además muestran una enorme variación en sus comunidades de invertebrados y peces en cada estación del año (Osborne, 2017). Por ejemplo, en invierno, la comunidad de peces está dominada por residentes marinos resistentes, y en verano una variedad de peces marinos y anádromos (peces migratorios entre agua dulce y de mar que pasan la mayor parte de su vida en el océano, pero entran en las aguas dulces o salobres para reproducirse) entran y salen de los estuarios, capitalizando su alta productividad (Allen, 1982). Los manglares proporcionan un hábitat crítico a una gran variedad de especies que dependen de ellos para completar su ciclo vital (Kumar et al., 2020). Se sabe que el arenque del Pacífico (Clupea pallasii) desova en estuarios y bahías, que la surfpercas (peces vivíparos de la familia perciforme) da a luz en estuarios, que los juveniles de peces planos y de roca migran a los estuarios para criarse, usando estos ecosistemas como corredores migratorios (Gillanders et al., 2006). Asimismo, las poblaciones de aves migratorias, o parcialmente migratorias, como la garza blanca dependen de los estuarios y/o manglares.
En los manglares, la comunidad microbiana (bacterias -Hernández Saavedra, 2023-, hongos y levaduras -Hernández Saavedra, 2021) es fundamental para que este ecosistema sea uno de los mas ricos y diversos en el mundo. La actividad microbiana se da por la gran capacidad de los microbios de reciclar la materia orgánica, es decir, son microorganismos descomponedores (Fig. 7, recuadros en café claro) que ayudan a trasformar moléculas complejas (tejidos vegetales y animales) en moléculas simples que son muy fácilmente incorporadas en las cadenas alimenticias por el zooplancton (consumidor primario, Fig. 7 recuadro azul eléctrico) y fitoplancton.
Figura 7. Cadena alimenticia simplificada de manglares que muestra los grupos tróficos Detritívoros y herbívoros. Grupos clave: Crustáceos, gasterópodos, especies de peces de importancia pesquera: importantes: langostinos y camarones, y otras especies más grandes de grupos detritívoros como cangrejos de mangle y el salmonete. Tomado de Hutchison et al. (2014).
Por su parte, el fitoplancton es el principal productor primario de los manglares y estuarios (Fig. 7, recuadro verde). Se mueve con las masas de agua que entran y salen del manglar con las mareas. Su productividad depende en gran medida de la turbidez del agua, siendo los principales tipos de fitoplancton de estos ecosistemas las diatomeas y los dinoflagelados, que abundan en el sedimento. Es importante recordar que una fuente primaria de alimento para muchos organismos de los estuarios, incluidas las bacterias, son los detritus procedentes del asentamiento de la sedimentación.
4.2 Importancia ecológica
La fauna de los manglares está formada por gran cantidad de animales como: crustáceos (ej. camarones), peces, moluscos (ej. ostiones y mejillones), aves, reptiles, anfibios y mamíferos pequeños (entre esta fauna se encuentran muchas de las especies que consumimos los seres humanos).
Además:
Como los manglares son zonas con poca profundidad, permiten que la luz solar penetre fácilmente a través del agua, produciéndose más activamente la fotosíntesis.
Producen gran cantidad de materia orgánica como hojarasca y otros tipos.
Retienen los sedimentos, filtran las aguas que abastecen los mantos freáticos y retienen desechos y sustancias tóxicas que se dirigen hacia el mar.
Desalinizan las aguas que ingresan en tierra firme, formando reservorios en las zonas interiores.
Protegen las zonas costeras de la erosión por el agua y el viento, y retienen la arena sobre las playas.
Actúan como zonas de refugio para muchas especies animales y vegetales que dependen de estos para vivir, así como para alimentarse y poder reproducirse.
Mitigan el cambio climático al absorber gases de efecto invernadero.
Ayudan a estabilizar el clima local.
Son fuente de recursos para las comunidades.
Tienen capacidad para retener volúmenes de agua considerables, evitando inundaciones y daños en la costa cuando se producen fuertes tormentas.
En algunas ocasiones el flujo de agua que procede de los arroyos lleva mayor volumen, por lo que los sedimentos y contaminantes se remuevan, haciendo que el agua se mantenga más limpia.
Son zonas son a veces destinadas para uso recreativo, turístico o científico.
4.3 Importancia económica
De los cuatro tipos de manglares más importantes en el mundo, todos ellos están presentes en la media península (Fig. 6). En La Paz (B.C.S.) hay tres manglares de importancia internacional (Ramsar): los humedales Mogote-Ensenada de La Paz (Fig. 8A), el de Balandra (Fig. 8B) y el del Oasis de la Sierra El Pilar, que se comparte con Comondú (Gaxiola, 2016), sin embargo, en el estado de B.C.S., existen otros sistemas de manglar muy importantes por su extensión y por su asociación y/o relevancia con la actividad acuícola y/o pesquera, pues son reservorios de especies de peces y crustáceos de interés comercial (Casas y Ponce, 1999), como camarón, pargo, jaiba y cabrilla (Fig. 8C-G). Se ha calculado que tan solo los manglares del Golfo de California proporcionan beneficios de alrededor de 11,500 toneladas de peces al año, lo que equivale aproximadamente a 37,700 dólares por hectárea al año (Gaxiola, 2016).
Figura 8. Tomas aéreas de ecosistemas de manglar en B.C.S. A) Humedales El Mogote-Ensenada de La Paz; B) Balandra; C) Puerto Adolfo López Mateos; D) Puerto Chale e Isla Creciente; E) Laguna Ojo de Liebre; F) Laguna San Ignacio; y G) Sistema Lagunar Bahía Magdalena. Tomado de Goggle Maps.
En el 2019, cosiderando la producción de pescados y mariscos, en el estado de Baja California Sur se reportó una producción superior a las 191 mil toneladas de anuales, por lo nuestro estado se consolida como tercer lugar a nivel nacional en producción pesquera. Esta producción, que representa alrededor de 2 mil 878 millones de pesos (aprox. 148.8 millones de dólares) es predominantemente ribereña. De acuerdo con la propuesta de regionalizacion de áreas de manejo y producción por pesca ribereña porpuesta por Díaz-Uribe et al. (2013) en nuestra entidad destacan las areas II, III, IV y V (Fig. 9, Tabla II) que coinciden con las áreas de distribución de ecosistemas de mangle (Figs. 4 y 6), lo que provoca que a nivel nacional B.C.S. se considere como el primer estado productor de especies de alto valor como abulón, langosta, almejas y rayas, así como en varias especies de escamas.
Figura 9. Regionalizacion de áreas de manejo y producción por pesca ribereña delimitadas como áreas II, III, IV y V (Díaz-Uribe et al., 2013).
Tabla II. Lista de recursos principales y potenciales en las capturas de las regiones II-V de la propuesta de Diaz-Uribe et al. (2013).
La pesca ribereña se define como la actividad de extracción de recursos acuáticos ejecutada con embarcaciones menores que no cuentan con maquinaria de cubierta accionada con fuerza electromotriz para el auxilio de las operaciones de pesca, utilizan el hielo para la conservación del producto y tienen una autonomía en tiempo máximao de tres a cinco días (Instituto Nacional de la Pesca, 2022).
5. Conclusiones
Al considerar la enorme variabilidad de las condiciones ambientales y biológicas de los manglares, es muy clara su importancia, no solo como acervo, filtro y generador de vida sino como nicho potencial de organismos con capacidades fisiológicas únicas como: la resistencia a la variación de salinidad, temperatura, irradiación solar, condiciones de desecación-inundación, condiciones de oxigenación y de acumulación de sedimentos, entre otros. Los organismos que viven bajo estas condiciones tan diversas y cambiantes están adaptadas a estos ambientes extremos, por lo que la diversidad de recursos y biomoléculas de interés biotecnológico potencialmente existentes en ellos es muy alta. La microbiota de los ecosistemas de manglar, que es fundamental para el reciclamiento de la materia orgánica, ha sido muy poco estudiada, por lo que merece la pena echar un vistazo no solo a lo macro, sino a todos los componentes de un sistema tan eficiente como éste para obtener ideas para encontrar soluciones clave para algunos de los grandes retos que enfrenta hoy la humanidad.
6. Referencias
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Dra. Norma Yolanda Hernández Saavedra. Investigador Titular C y profesor en el CIBNOR, SNI II. Responsable del Laboratorio de Genética Molecular, adscrita a la Coordinación de Ecología Pesquera, Línea estratégica Variabilidad y Vulnerabilidad de Ecosistemas Marinos. CIB, Rg, SC,GSch, Fb, ID