
Economía Circular en México: Desafíos y Estrategias para su consolidación en Baja California Sur
Felipe Ascencio
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S.C.
ascencio@cibnor.mx
Tema: La economía circular en Baja California Sur enfrenta diversos desafíos, como la falta de infraestructura adecuada, la escasa concienciación pública y la resistencia al cambio en prácticas empresariales. Sin embargo, se presentan oportunidades a través de estrategias innovadoras que promueven la colaboración entre gobiernos, empresas y comunidades. La educación y sensibilización sobre los beneficios de la economía circular son fundamentales para fomentar una cultura de sostenibilidad. Implementar políticas públicas efectivas y crear incentivos para prácticas sostenibles serán claves para impulsar esta transición en la región.
1. Introducción
Hay pocos conceptos en sostenibilidad que sean tan conocidos e influyentes como la Economía Circular (EC). Este concepto trata sobre usar los recursos de manera cíclica y es solo una de las muchas respuestas a la insostenibilidad que vemos hoy en día, un gran reto para el desarrollo sostenible. La economía funciona como un sistema dentro de uno ecológico más grande, donde los recursos son limitados. Ambos sistemas dependen uno del otro: el sistema ecológico pone límites a lo que la economía puede hacer, y lo que hacemos en la economía afecta al medio ambiente.
En este sentido, Figge y colaboradores (2023) dicen que “la EC es un sistema que busca cerrar todos los ciclos de recursos. Cosas como el reciclaje y otras estrategias que optimizan cómo se mueven esos recursos son clave para hacer que funcione. En su versión ideal, todos los ciclos estarían completamente cerrados; pero en la práctica, siempre habrá un poco de uso de recursos nuevos”.
Para lograr un uso más sostenible de los recursos, necesitamos pensar en varias ideas, y la EC es una de las más importantes. Aunque podemos imaginar una EC perfecta como algo ideal que no tiene en cuenta las realidades del mundo actual, en realidad solo es una de las muchas iniciativas hacia la sostenibilidad que existen hoy. Por eso, es súper importante entender bien qué papel juega la EC. Una buena definición no solo ayuda a entenderla mejor, sino que también la diferencia de otros conceptos similares (Figge et al., 2023).
Tabla 1. La Economia Circular, un modelo significativo para la Tierra: Hacia un sistema económico y social que se adapte a nuestro planeta (Circle Economy, 2022).

La integración de los principios de la EC con la biotecnología ofrece un potencial transformador para optimizar el uso de los recursos naturales, reducir los residuos y fomentar el desarrollo sostenible. Al aprovechar los procesos biológicos, la biotecnología puede cerrar el ciclo de los materiales, sustituir los insumos fósiles y convertir los residuos en recursos valiosos, en consonancia con los objetivos de la EC de desvincular el crecimiento económico de la degradación ambiental. En la sinergia entre la EC y la biotecnología para el uso sostenible de los secursos, resaltan de manera sobresaliente algunos aspectos clave:
La Valorización de Residuos: La biotecnología permite la conversión de residuos orgánicos e industriales en productos de alto valor (p. ej., biocombustibles, bioplásticos, enzimas). Por ejemplo, residuos agroindustriales como el bagazo de caña de azúcar pueden transformarse en bioetanol mediante fermentación microbiana, lo que reduce la dependencia de los vertederos y genera energía renovable.
La Innovación en Materiales Sostenibles: Los materiales de origen biológico, como los plásticos biodegradables producidos a partir de algas o celulosa bacteriana, sustituyen a los plásticos lineales de origen fósil. Empresas como la mexicana EcoTech Soluciones desarrollan envases a base de micelio, en consonancia con los objetivos de cero residuos de la EC.
La Biorremediación: Las tecnologías microbianas pueden desintoxicar entornos contaminados (p. ej., derrames de petróleo, metales pesados), restaurando ecosistemas y facilitando la recuperación de recursos. En Baja California Sur, se explora la biotecnología de algas para el tratamiento de aguas residuales y el reciclaje de nutrientes en la acuicultura.
La Agricultura Inteligente: Las innovaciones biotecnológicas, como los biofertilizantes y los biopesticidas, reducen la dependencia química y mejoran la salud del suelo. Los mejoradores microbianos del suelo, como los desarrollados por BioPurify, mejoran la eficiencia de los recursos en sistemas agrícolas alineados con la EC.
Sin embargo, la transformación de México hacia una EC se ve influenciada por su complejo panorama político y social, con avances positivos, como el Plan Nacional de Desarrollo, y desafíos, como la brecha entre la formulación y la implementación de políticas, la corrupción y la falta de coordinación interinstitucional (Dieleman y Martínez-Rodríguez 2018). Puntos relevantes para transitar hacia una EC en México:
México produce 103,000 toneladas de residuos al día, de los cuales el 33% se elimina de forma incontrolada. El país cuenta con un importante potencial económico de reciclaje, con un estimado de $1.34 millones de dólares diarios, pero solo el 47% de este potencial se aprovecha actualmente.
La economía de México es relativamente estable, con un crecimiento promedio del 2.6% en los últimos 10 años, y se proyecta que se convierta en la octava economía más grande del mundo en 2050. El país muestra un creciente interés en la aplicación de tecnología ambiental, principalmente debido a una legislación ambiental más estricta, y está importando tecnología de otros países, principalmente de Europa y Estados Unidos.
El estudio concluye que México ha avanzado en el desarrollo de un Plan Nacional de Desarrollo, que incluye objetivos para impulsar el crecimiento verde y mejorar la gestión de residuos. Sin embargo, el país aún enfrenta desafíos importantes, como la brecha entre la formulación y la implementación de políticas, la corrupción y la falta de coordinación interinstitucional.
Las principales conclusiones del estudio son que México carece de una cultura que favorezca la innovación y la creatividad, y que la mentalidad del país de "lo que será, será" no genera incentivos para aprovechar las oportunidades.
La mayoría de estos indicadores ofrecen una perspectiva positiva sobre el potencial de México para la transición hacia una economía circular y muestran que existen numerosas oportunidades.
2. Estado del Desarrollo de la Economía Circular en Baja California Sur
a). Situación Actual en Baja California Sur (BCS). Baja California Sur, un estado reconocido por su turismo, pesca y agricultura, cuenta con iniciativas emergentes de EC. Desde una perspectiva en materia de legislación, dentro de un Marco Nacional, BCS se rige por leyes federales como la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) y la Ley General de Economía Circular (aprobada en 2021 a nivel federal). Estas promueven la reducción de residuos y la responsabilidad extendida del productor. Desde una perspectiva estatal existen algunas Iniciativas Locales (Tabla 2), entre las que se incluyen programas municipales de reciclaje (p. ej., los proyectos de separación de residuos de La Paz), certificaciones de turismo sostenible para hoteles y compostaje a pequeña escala en la agricultura orgánica. En 2022, se propuso en BCS una iniciativa para regular plásticos de un solo uso, aunque aún no se ha concretado como ley, Programas municipales en La Paz y Los Cabos enfocados en reciclaje y manejo de residuos sólidos, pero sin un marco legislativo estatal integral. El progreso es desigual, el estado carece de una legislación integral de EC, y la mayoría de las actividades dependen de ONG locales o subvenciones federales. Por ejemplo, la SEMARNAT (Procuraduría Federal del Medio Ambiente) apoya proyectos de gestión de residuos, pero su implementación en BCS sigue siendo limitada debido a la falta de financiamiento. Las encuestas de percepción social indican un conocimiento moderado de los conceptos de sostenibilidad, pero poca comprensión de los principios de EC, como la extensión de la vida útil de los productos o la simbiosis industrial.
Tabla 2. Iniciativas sobre Gestión Integral de Residuos y Economía Circular promovidas por las Organizaciones de la Sociedad Civil de Baja California Sur (OCS-BCS).


b). Inversión Pública y Privada. Aunque hay un interés creciente en la inversión en proyectos de EC, los detalles específicos sobre montos o iniciativas concretas no son del todo claros. Sin embargo, se ha mencionado que hay un impulso por parte del gobierno para fomentar emprendimientos que promuevan este modelo.
Inversión Pública:
Proyectos como La Paz Recicla (en colaboración con la iniciativa privada) para separación de residuos.
Infraestructura limitada: solo existen algunos centros de acopio y plantas de tratamiento de residuos en ciudades principales.
Dependencia de programas federales (ej.: Sembrando Vida no aplica directamente, pero hay fondos para sostenibilidad).
Inversión Privada:
Empresas turísticas (ej.: hoteles en Los Cabos) adoptan prácticas como compostaje, reducción de plásticos y sistemas de reciclaje.
Startups locales enfocadas en reciclaje de PET y electrónicos, pero con escala reducida.
Colaboraciones con ONGs como Costa Salvaje o WWF México para proyectos de conservación y manejo de residuos costeros.
c). Educación y Conciencia Pública. La educación sobre la EC es fundamental para su implementación. Existen iniciativas para sensibilizar a la población sobre prácticas sostenibles y el aprovechamiento de recursos, pero se requiere un mayor esfuerzo para integrar estos conceptos en la educación formal e informal.
Educación Formal:
La Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) ofrece cursos sobre sostenibilidad y manejo de recursos, pero sin un programa dedicado a EC.
Escuelas primarias y secundarias incluyen talleres esporádicos sobre reciclaje, apoyados por ONGs.
Campañas Públicas:
Campañas municipales como Recicla La Paz y Limpiemos Nuestro México para promover la separación de residuos.
Baja participación ciudadana debido a falta de continuidad y recursos limitados.
Cultura de "usar y tirar" aún predominante, especialmente en zonas turísticas.
d). Desafíos Principales. Algunos de los desafíos incluyen la necesidad de cambiar hábitos de consumo, la falta de infraestructura adecuada para el reciclaje y la gestión de residuos, así como la resistencia al cambio por parte de algunos sectores económicos.
Falta de Legislación Local: No hay una ley estatal de EC, lo que limita la implementación de incentivos y sanciones.
Infraestructura Insuficiente: Escasez de plantas de tratamiento, centros de reciclaje y rutas de recolección eficientes.
Dependencia del Turismo: Aunque el sector turístico impulsa algunas prácticas sostenibles, también genera altos volúmenes de residuos (ej.: plásticos en zonas costeras).
Educación Fragmentada: Programas de concienciación sin coordinación estatal y baja penetración en comunidades rurales.
e). Oportunidades. Hay grandes oportunidades en sectores como el turismo sostenible y el desarrollo de tecnologías limpias. Además, al ser un estado con una rica biodiversidad y recursos naturales, hay un amplio potencial para implementar prácticas que no solo beneficien a la economía local, sino también al medio ambiente.
Potencial para convertir a BCS en líder en EC vinculada al turismo sostenible (ej.: certificaciones verdes para hoteles).
Colaboración con estados vecinos (ej.: Baja California, Sonora y Sinaloa) para compartir mejores prácticas.
Atracción de inversión privada en sectores como energía solar y manejo de agua, clave para la circularidad en zonas áridas.
3. Desafíos Clave para la Implementación de la EC en México y en BCS
La economía circular en México es un campo emergente que busca la transición de los modelos económicos lineales tradicionales a prácticas más sostenibles. Esto implica la reducción de residuos, la reutilización de materiales y el reciclaje de recursos para crear un sistema de ciclo cerrado que beneficie al medio ambiente, la economía y la sociedad.
La adopción de la EC en México enfrenta varios desafíos importantes, como barreras económicas, deficiencias regulatorias y la falta de concientización y educación entre los actores involucrados. Estos problemas dificultan la implementación generalizada de prácticas de EC, a pesar de una visión generalmente optimista sobre sus beneficios potenciales (Padilla-Rivera et al., 2024). En la industria electrónica, por ejemplo, existe interés de los consumidores en extender la vida útil de los productos, pero la falta de incentivos y la limitada participación de los fabricantes frenan el progreso (Cordova-Pizarro et al., 2020). Además, las PYMES en México enfrentan limitaciones de recursos y factores externos que afectan su capacidad para implementar prácticas sostenibles (Rodríguez-Espíndola et al., 2022; Cantú et al., 2021).

Figura 1. Marco conceptual de las relaciones entre las visiones de la bioeconomía circular y los servicios ecosistémicos (Fuente: D´Amato et al., 2020).
a). Limitaciones Económicas y de Recursos. Primeramente, existe una inversión limitada. Las PYMES y los municipios mexicanos a menudo carecen de capital para infraestructura de EC (p. ej., plantas de reciclaje). En BCS, las economías impulsadas por el turismo priorizan las ganancias a corto plazo sobre las inversiones en sostenibilidad a largo plazo. Por otra parte, existen barreras de costo, esto es, las tecnologías de reciclaje o las cadenas de suministro circulares son más costosas que los modelos lineales, lo que desalienta su adopción (Cantú et al., 2021; Rodríguez-Espíndola et al., 2022).
b). Barreras Regulatorias y Políticas. Hay una gobernanza fragmentada, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPRI) de México establece objetivos nacionales, pero carece de objetivos de EC exigibles. Estados como BCS enfrentan una aplicación inconsistente. Mas grave aún, BCS no cuenta con una hoja de ruta específica de EC, y se basa en directrices federales. Las políticas existentes suelen ser inadecuadas para facilitar la transición a una EC, y se necesitan políticas más integrales y de apoyo (Padilla-Rivera et al., 2024; Dieleman y Martínez-Rodríguez, 2018; Flores et al., 2018).
c). Falta de Concienciación y Educación. Lamentablemente, hay una baja participación pública. Las encuestas muestran que solo el 30% de los mexicanos comprende los conceptos de EC. En BCS, las instituciones educativas rara vez integran la sostenibilidad en sus planes de estudio. Existen también brechas de conocimiento empresarial, toda vez que muchas PYME carecen de capacitación sobre modelos de negocio de EC, por ejemplo, producto como servicio (Padilla-Rivera et al., 2024; Rajčić et al., 2024).
d). Actitudes Culturales y Sociales. Hay hábitos de consumo muy arraigados en la población. Predomina la cultura del uso desechable, especialmente en centros turísticos como en la región de Los Cabo, donde predominan los plásticos de un solo uso. Sorprendentemente, hay prácticas tradicionales dignas de replicar, mientras que algunas comunidades rurales practican la reutilización, las zonas urbanas imitan el consumismo global (Rajčić et al., 2024).
e). Limitaciones de Infraestructura y Tecnología. Lo primero en resaltar son los sistemas de reciclaje inadecuados, solo el 12% de los municipios mexicanos cuentan con programas formales de reciclaje. BCS depende de instalaciones de tratamiento de residuos obsoletas. Por otra lado, el acceso a la tecnología es insuficiente, hay una adopción limitada de plataformas digitales para el seguimiento de recursos o modelos de economía colaborativa (Dieleman y Martínez-Rodríguez, 2018; Flores et al., 2018).

Figura 2. Razones por las que las startups tecnológicas han fracasado (Fuente: WEF, 2022).
f). Presiones del Mercado y Competitivas. Las condiciones del mercado en México, incluyendo los desafíos de competitividad y productividad, pueden dificultar que las empresas adopten modelos de EC sin incentivos económicos claros (Dieleman y Martínez-Rodríguez, 2018; Hernández y Arroyo, 2023). Los productos circulares (p. ej., los bioplásticos) tienen dificultades para competir con alternativas lineales más económicas, lo que sugiere que hay una “sensibilidad al precio”, y por otro lado, las industrias orientadas a la exportación en México se enfrentan a la presión de mantener bajos costos, lo que desalienta la adopción de la economía colaborativa.
4. Oportunidades y Potencial
A pesar de estos desafíos, existen sólidas oportunidades para la innovación y el fortalecimiento de políticas que impulsen el desarrollo sostenible en México. Las partes interesadas ven potencial en la integración de los principios de la EC en la planificación urbana y los marcos políticos para abordar desafíos locales como la gestión de residuos y la contaminación (Padilla-Rivera et al., 2024). La industria electrónica, en particular, podría beneficiarse de políticas públicas bien diseñadas y un mejor etiquetado ecológico para promover la concienciación del consumidor e impulsar la adopción de la EC (Córdova-Pizarro et al., 2020). Asimismo, el sector de tratamiento de aguas residuales en México presenta oportunidades para la circularidad mediante el tratamiento del agua, el aprovechamiento de lodos residuales y la cogeneración de energía a partir de biogás (Garza et al., 2024).
La transición de México hacia la energía circular ofrece amplias oportunidades, especialmente en sectores alineados con sus fortalezas económicas:
Turismo y Energías Renovables. El potencial solar de BCS podría impulsar sistemas de energía circular (por ejemplo, colaboraciones para el reciclaje de paneles solares). El desarrollo de una marca ecoturística podría atraer a mercados premium.
Agricultura y Pesca. A pesar de la modesta actividad agrícola y pesquera de BCS, se podría impulsar una Simbiosis Agroindustrial, para llevar a cabo la conversión de residuos agrícolas (por ejemplo, cáscaras de mango, subproductos de pescado) en bioenergía o fertilizantes. De igual manera, fomentar prácticas de economía azul dada la ubicación costera de BCS impulsa prácticas de acuicultura circular e iniciativas de recuperación de plásticos marinos.
Minería Urbana y Valorización de Residuos. México genera 12 millones de toneladas de residuos municipales al año. Ampliar el reciclaje de residuos electrónicos (por ejemplo, a través de startups como Circular Platform) podría recuperar metales valiosos.
Colaboración Público-Privada. Alianzas como la Alianza Mexicana para la Economía Circular (AMEC) conectan a empresas con legisladores para compartir mejores prácticas.
Innovación Digital. Plataformas como Reflow mapean los flujos de residuos para identificar oportunidades de reutilización, particularmente en clústeres manufactureros como Monterrey o Guadalajara.
5. Rol de las PYMES y la Industria
Las PYMES desempeñan un papel crucial en la transición hacia una economía circular en México. El apoyo gubernamental y la presión de los clientes son factores clave para la adopción de la EC entre las PYMES, y el apoyo gubernamental también contribuye directamente a la implementación de tecnología (Rodríguez-Espíndola et al., 2022). Las iniciativas exitosas de EC en las PYMES suelen alinear sus estrategias comerciales con las condiciones del mercado, la infraestructura y la normativa local (Cantú et al., 2021). En el sector manufacturero, las grandes empresas han iniciado acciones relevantes de EC, lo que proporciona un modelo a seguir para las PYMES (Quinteros et al., 2024).
Las PYMES constituyen el 99.8% de las empresas mexicanas y son fundamentales para la adopción de la EC:
Desafíos para las PYMES. Acceso limitado a financiamiento y tecnología verdes, así como complejidad regulatoria (por ejemplo, costos de cumplimiento para la declaración de residuos).
Casos de Éxito. Algunos viñedos en Baja California utilizan residuos de uva para generar composta y biogás, reduciendo la dependencia de los vertederos. Por otro lado, en el sector textil hay empresas como Houdi en Guadalajara que reciclan retales de tela para crear nuevas prendas, aprovechando las cadenas de suministro locales.
Soluciones impulsadas por la industria. Dentro del sector automotriz, empresas como Volkswagen en Puebla aplican la manufactura de circuito cerrado, reutilizando agua y metales. En tanto que en la industria alimentaria, el programa "Pan Integral" de Grupo Bimbo recicla los residuos de pan para convertirlos en alimento para animales a nivel nacional.
6. Recomendaciones políticas y estratégicas
Para impulsar la EC en México, se recomienda intensificar los programas educativos para aumentar la comprensión y la participación pública, formular políticas de apoyo y promover la colaboración intersectorial (Padilla-Rivera et al., 2024). Para acelerar la adopción de la EC, México requiere acciones coordinadas:
Estrategia nacional de EC. Integrar los objetivos de EC en la LGPRI y establecer cuotas de reciclaje vinculantes para los estados.
Incentivos y financiamiento. Exenciones fiscales para inversiones en EC (por ejemplo, maquinaria para remanufactura). Ampliar las subvenciones del FONAES (Fondo Nacional para el Medio Ambiente) para proyectos en BCS.
Campañas de concientización. Lanzar programas públicos como #EconomíaCircularMéxico para educar a consumidores y empresas.
Desarrollo de infraestructura. Apoyo federal para centros regionales de reciclaje, particularmente en estados como BCS con residuos generados por el turismo.
Programas de Apoyo a las PYMES. Asistencia técnica a través del IMPI (Instituto de Propiedad Intelectual) para ayudar a las PYMES a adoptar patentes y certificaciones de CE.
Colaboración Transfronteriza. Colaborar con California (a través del T-MEC) en la innovación de CE, aprovechando la proximidad de BCS al mercado estadounidense.
7. Trabajo futuro
Futuras investigaciones deberían centrarse en la recopilación de datos más detallados para permitir un análisis más específico y contribuir significativamente al discurso sobre la EC en diversos contextos socioeconómicos. Se recomienda también que las futuras investigaciones exploren las complejidades de la transición hacia un modelo económico sostenible desde la perspectiva de la EC en el contexto de México. Es recomendable que futuras iniciativas prioricen programas educativos dirigidos a todos los niveles de la sociedad para aumentar la comprensión y el apoyo a la EC y los responsables políticos consideren la creación de marcos más integrales y de apoyo que faciliten la transición a la EC. Se debera considerar en futuras investigaciones recopilar datos más detallados, lo que permitirá un análisis más específico y contribuirá al debate sobre la EC en diversos contextos socioeconómicos. También se recomiendan estudios longitudinales para evaluar los impactos de la EC a lo largo del tiempo (Padilla-Rivera et al. 2024).

Figura 3. Las tres visiones de la bioeconomía en relación con los requisitos de biomasa y el tipo de circularidad. Fuente: (Fuente: D´Amato et al., 2020).
8. Conclusión
La adopción de prácticas de economía circular en México requiere una transformación fundamental en los patrones de producción y consumo, lo que requiere innovaciones tecnológicas y cambios significativos en las normas sociales, los comportamientos y las políticas. La EC puede ser parte de la solución para abordar los desafíos de sostenibilidad en México, pero requiere un cambio sustancial en los paradigmas sociales y económicos. Se necesitan enfoques integrados que aborden tanto los factores tecnológicos como los socio-económicos en la implementación de prácticas de EC.
La implementación de una EC en México se enfrenta a barreras económicas, regulatorias, culturales y de infraestructura. Abordar estos desafíos requiere un apoyo político integral, mayor concienciación y educación, e inversión en infraestructura y tecnología. Al superar estos obstáculos, México puede aprovechar mejor los beneficios potenciales de una EC, incluyendo una mayor sostenibilidad y resiliencia económica.
Si bien México enfrenta importantes desafíos para adoptar una EC, existen importantes oportunidades de crecimiento y desarrollo. Al abordar las barreras regulatorias, educativas y de mercado, y aprovechar el potencial de las pymes y las grandes industrias, México puede avanzar significativamente hacia un modelo económico sostenible.
Baja California Sur está en una fase incipiente de desarrollo de EC, con avances notables en el sector turístico y proyectos piloto de reciclaje, pero requiere:
Una ley estatal de EC con metas claras.
Mayor inversión en infraestructura y alianzas público-privadas.
Educación continua y campañas masivas para cambiar hábitos de consumo.
Aprovechar su posición geográfica y vocación turística para modelos innovadores (ej.: economía azul en zonas costeras).
9. Referencias
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D’Amato D., Bartkowski B., Droste N. 2020. Reviewing the interface of bioeconomy and ecosystem service research. Ambio 2020, 49:1878–1896. https://doi.org/10.1007/s13280-020-01374-0
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Dr. Felipe Ascencio
Investigador Titular D y profesor en el CIBNOR, SNI III. Responsable del Laboratorio de Patogénesis
Microbiana. Loop: 264286; Scopus: 57247070500; ORCI: 0000-0003-3515-8708
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